Es importante conocer cuáles son las secuelas de un ictus y tener en cuenta las posibles necesidades futuras del paciente.
En un post anterior hablamos sobre los accidentes cardiovasculares y cuáles son las negligencias médicas más relacionadas con los mismos.
Hay que señalar que, cuando demandamos a una aseguradora por negligencia, estamos denunciando las secuelas que padece la víctima. Por ello señalar las necesidades futuras que va a tener una persona que ha sufrido un ictus es especialmente relevantes en los casos de negligencia médica.
Secuelas:
-Parálisis
Es una de las secuelas de un ictus más extendida y puede ser de varios tipos. Además, el grado de su gravedad puede variar enormemente.
-Hemiparesia: parálisis leve.
-Hemiplejía: parálisis grave.
Es importante tener en cuenta que esta parálisis se va a ver reflejado en el lado contrario al hemisferio cerebral donde tuvo lugar el accidente. Por ejemplo, si el ictus ocurrió en el hemisferio derecho, la parálisis se encontrará en el lado izquierdo del cuerpo.
Puede encontrarse paralizada una parte concreta, como un brazo, una pierna o la cara; o todo ese lado.
Relacionado con ese punto, hay ocasiones en las que afecta a la visión y se pierde la capacidad de ver una mitad del campo visual.
-Complicaciones motoras
En muchas ocasiones, aunque no haya una parálisis como tal, el paciente tiene que enfrentarse a numerosas complicaciones de tipo motor.
Algunas de ellas son la pérdida de fuerza o la falta de coordinación. Esto hace que tengan una mayor propensión a caerse.
También se manifiesta en una pérdida de control del movimiento, dando lugar a una mayor espasticidad. Así como a una incontinencia urinaria.
Relacionado con estas complicaciones motoras suele estar un dolor sostenido en el tiempo.
-Déficit en el lenguaje y problemas cognitivos
Principalmente las víctimas encuentran dificultades para producir el lenguaje. Esto suele estar relacionado con la afagia, la dificultad para tragar.
Los pacientes también muestran complicación para comprender lo que se les dice. Provocado por otra de las secuelas más comunes, los problemas cognitivos. Estos se pueden notar tanto a nivel de atención, como de memoria o razonamiento.
Otras secuelas pueden ser trastornos de tipo emocional o de la sensibilidad
Establecer alcance de las secuelas
Para poder estimar cuál va a ser el alcance de las secuelas hay que tener en cuenta, en primer lugar, el tamaño de la arteria obstruida. Posteriormente se habrá de valorar el área cerebral dañada.
También es importante la edad biológica de la víctima, así como su estado de salud anterior al accidente cerebrovascular.