No se dio importancia a la preeclampsia que sufría una mujer. A causa de esto, su hijo nació prematuramente y sufre numerosas secuelas. Pese a tener síntomas de hipertensión y proteínas en la orina se dio el alta a la mujer.
El Tribunal Superior de Justicia de lo Contencioso-Administrativo ha estimado parcialmente el recurso de Rafael Martín Bueno y han condenado al Servicio Madrileño de Salud al pago de una indemnización de 314.267 €
Hechos ocurridos: Retraso en el diagnóstico de la preeclampsia
La víctima se sometió a un tratamiento de inseminación artificial, tras el cual quedó embarazada.
Las revisiones ginecológicas no mostraban alteraciones en las primeras 18 semanas de gestación. La mujer acudió en dos ocasiones a Urgencias por sangrado vaginal sin dolor abdominal y con muestras de hipertensión. Desde ese momento acudió en numerosas ocasiones aquejada de diversas molestias y en todas las revisiones se pudo apreciar tendencia a la hipertensión.
Refiere cefaleas y se encuentra proteínas en su orina. Ante la visible hipertensión que sufre, se recomiendan revisiones bisemanales de la tensión arterial. Nuevamente en la semana 29 acude al hospital al sentirse hinchada y vuelve a mostrar la tensión alta y 30 miligramos de proteínas en la orina. Nuevamente recibe el alta con la misma prescripción de revisiones que en la anterior ocasión.
Con 30 semanas acude a Urgencias con valores de tensión muy elevados y 300 miligramos de proteínas en la orina. Por ello es ingresada con diagnóstico de preeclampsia grave y se le trata con corticoides.
A pesar del tratamiento se le tiene que provocar el parto con cesárea. El niño nace con buen estado general. Pero a los 12 días de vida aparecieron las primeras posturas y movimientos anormales. A los 15 días de vida se le diagnosticó una hidrocefalia post hemorrágica. Aunque se atendió al niño, no se pudo lograr revertir los efectos. Presenta una discapacidad del 65% y numerosas patologías, tales como parálisis cerebral, crisis epilépticas, tetraparesia…
Sentencia
Se estima la reclamación en base a que el retraso del diagnóstico de la preeclampsia que sufría la víctima causó el nacimiento prematuro de su hijo y sus graves secuelas.
Los peritos confirman que la atención médica que recibió estuvo por debajo de los estándares normales. Según explican, al presentar varios de los síntomas de la enfermedad, aunque no fueran todos, deberían haber sospechado y realizado más pruebas en ese momento.
Además, afirman que, por tanto, el tratamiento de corticoides llegó demasiado tarde. De haberse tratado a tiempo es altamente probable que hubiera podido evitar la hemorragia que sufrió el bebé y le provocó la hidrocefalia.
Por todo ello, el Tribunal ha condenado al Servicio Madrileño de Salud al pago de una indemnización de 314.267,30 € por no prestar la adecuada atención y seguimiento a la embarazada.