En un trágico caso de negligencia médica, una familia española ha sido indemnizada con seis millones de euros debido a las secuelas irreversibles que sufrió su hijo durante el parto. La Audiencia Provincial Civil de Madrid determinó que la actuación deficiente del equipo médico de un hospital privado fue la causa de la parálisis cerebral que padece el niño. El ginecólogo a cargo del parto se ausentó durante horas, lo que resultó en una falta de detección de las señales de malestar fetal.
Elisabeth y Francisco Javier, padres primerizos llenos de ilusión, ingresaron al hospital privado Nuevo Belén con la expectativa de dar la bienvenida a su hijo, Sergio. Sin embargo, el parto se alargó y el médico responsable desapareció durante gran parte del proceso. Elisabeth recuerda cómo el ginecólogo llegó corriendo al quirófano por la noche, disculpándose por su ausencia debido a una celebración familiar. Lamentablemente, el daño ya estaba hecho. Sergio nació con parálisis cerebral, un severo retraso madurativo y epilepsia, resultado de la falta de oxígeno que experimentó durante el parto.
La sentencia emitida por la Audiencia Provincial Civil de Madrid reconoce el derecho de la familia a ser indemnizada con una cifra récord de 5,81 millones de euros. Esta compensación incluye intereses de demora y es una de las mayores indemnizaciones otorgadas en España por negligencia médica. La aseguradora SegurCaixa Adeslas, a la que Elisabeth se había afiliado dentro de MUFACE, una mutualidad para funcionarios que permite elegir entre la sanidad pública y privada, será responsable de cubrir la indemnización.
El abogado de la familia, Rafael Martín Bueno, resalta la deficiente asistencia médica que recibió su cliente y critica la tendencia en la sanidad privada de concentrar todo el proceso en un solo facultativo, lo cual limita su disponibilidad. La compañía aseguradora y el ginecólogo involucrado se negaron a proporcionar su versión de los hechos.
Según los hechos expuestos en la demanda, el embarazo había transcurrido sin complicaciones significativas. Sin embargo, durante el parto, se produjeron diversas señales de alarma que no fueron atendidas adecuadamente. La variabilidad en los latidos del corazón fetal y la presencia de meconio en el líquido amniótico indicaban un sufrimiento fetal, pero no se tomaron medidas para garantizar el bienestar del bebé. Las complicaciones se agravaron con la aparición de bradicardias y, a pesar de ello, la cesárea se retrasó significativamente.
Sergio finalmente nació en estado crítico y requirió atención médica inmediata en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales. Las consecuencias de la hipoxia y otras complicaciones provocaron graves afectaciones neurológicas en el niño.
La familia se muestra satisfecha con la sentencia, que revierte la decisión inicial de considerar el caso como prescrito. Los fondos indemnizatorios permitirán cubrir las necesidades de Sergio, quien requiere cuidados especiales en su vida diaria. La vivienda y el vehículo de la familia no están adaptados para su situación, lo que dificulta su movilidad. Aunque han contado con la ayuda de la reducción de jornada laboral de Elisabeth y el apoyo de sus padres, la situación se vuelve más complicada a medida que Sergio crece. Elisabeth describe a su hijo como un niño sensible y listo, consciente de su condición y de las limitaciones que enfrenta.
Este trágico caso destaca la importancia de una atención médica adecuada durante el parto y pone de relieve las consecuencias devastadoras que pueden resultar de la negligencia en el ámbito de la salud. La indemnización otorgada por el tribunal busca proporcionar apoyo financiero a la familia afectada, pero no puede revertir las secuelas irreversibles sufridas por Sergio.