En nuestro artículo de hoy queremos revisar los errores médicos más frecuentes durante el parto. Y es que Ginecología y Obstetricia es una especialidad con elevadas tasas de litigiosidad.
Debemos ser conscientes de que existen muchos riesgos durante el parto que, de no ser adecuadamente abordados, pueden provocar secuelas permanentes en el infante e incluso su muerte o la de la madre. Además, a un momento de delicadeza física se añaden las importantes secuelas psicológicas derivadas de las complicaciones intraparto.
Complicaciones habituales en un parto
Los partos naturales presentan una serie de riesgos, entre los que destacan:
Características según partos naturales:
Las características de la madre:
Existen complicaciones asociadas a la edad de la madre, el tamaño del canal de parto, patologías previas, cesáreas previas y otros factores de riesgo.
Las características del embarazo.
Por ejemplo, los embarazos de gemelos o mellizos se consideran de riesgo. También pueden aparecer anomalías en el líquido amniótico que requieran atención sanitaria inmediata.
Las características del parto.
Por supuesto, las condiciones en que se dé el parto afectan directamente a sus riesgos inherentes. Así, resulta clave la postura del bebé (puede dar lugar a distocia de hombros), del cordón umbilical (puede provocar asfixia, hipoxia neonatal o sufrimiento fetal) o el momento en que se produce el alumbramiento (los partos prematuros pueden considerarse de riesgo).
Algunos de estos factores de riesgo pueden minimizarse mediante la intervención médica. Por ejemplo, el atrapamiento del bebé o las dificultades durante el alumbramiento pueden requerir de la realización de una cesárea o el uso de instrumental como el fórceps.
Sin embargo, el empleo de estas técnicas sanitarias no está exento de riesgos. Por eso es importante que los facultativos que atiendan al parto estén bien formados y analicen la situación con cautela y precisión.
De hecho, la propia OMS y el Ministerio de Sanidad recomiendan que las cesáreas se limiten a los casos en que resulten imprescindibles (partos prologados, sufrimiento fetal o presentación anómala), ya que pueden derivar en:
- Desgarramiento.
- Hemorragias.
- Infecciones.
- Dificultades psicológicas para volver a mantener relaciones sexuales.
La intervención sanitaria durante el parto
En resumen, el parto natural presenta una serie de riesgos que deben ser controlados por el personal sanitario. Pero, aunque los profesionales de la salud cuentan con un amplio abanico de técnicas y procedimientos para garantizar la seguridad durante el alumbramiento, es posible que se cometan errores médicos durante el parto.
De hecho, aunque la OMS recomiende mantener las tasas de intervención intraparto en máximos del 10 – 15 %, en España se ha llegado a triplicar esta tasa. Y, por supuesto, la intervención en el parto natural introduce riesgos como los ya mencionados o el ingreso del neonato en planta tras el parto.
Incluso se debate el efecto psicológico que esta intervención puede tener en la madre y, sobre todo, en el infante. Existen indicios que relacionan la inducción del parto y otras técnicas invasivas con trastornos del aprendizaje e incluso del trastorno autista.
¿Qué hacer si se producen errores médicos durante el parto?
En los casos en que sospechemos que se han producido errores médicos durante el parto debemos estudiar todo el proceso de gestación y alumbramiento. Es clave atender al momento en que se programa el parto y las causas clínicas que hacen recomendable su inducción. También debemos reunir la información que se haya proporcionado durante el proceso y se haya empleado para tomar decisiones.
Reclamación por negligencia en partos: La importancia de un perito
A la hora de evaluar la intervención de los sanitarios debemos recabar la asistencia de un perito médico. Este nos ayudará a determinar si su práctica se acomodó a los estándares de la profesión o no y, en este último caso, si la “improvisación” fue razonable (acorde a la lex artis) o por el contrario resultó injustificada.
Si el equipo médico no ha actuado como debía siempre tendremos abierta la puerta a reclamar las correspondientes indemnizaciones y su responsabilidad. En este sentido, resultan indemnizables tanto las lesiones al neonato como a la madre, incluyendo daños morales y secuelas psicológicas.
Dada la complejidad de determinar la concurrencia de errores médicos durante el parto, nuestra recomendación es que se haga con la ayuda de un especialista. Desde nuestro despacho ayudamos a las víctimas de negligencias médicas a reivindicar sus derechos tras sufrir una lesión.