El día 12 de diciembre se celebra el Día Internacional de la Cobertura Sanitaria Universal. Lamentablemente, muchas veces no se invierte suficiente dinero en este área y a los sanitarios se les carga con un trabajo excesivo. Esa es la razón por la que, en ocasiones, tienen lugar negligencias médicas.
Cobertura Sanitaria Universal
Su objetivo es que todas las personas reciban los servicios sanitarios que necesiten sin tener que sufrir económicamente por ello.
Para alcanzarla se han de cumplir algunos requisitos:
- Un sistema sanitario sólido
- Un buen sistema de financiación de dichos servicios
- Facilitar el acceso a medicamentos y tecnologías
- Personal sanitario bien preparado
La sanidad no debe excluir a ninguna persona, sin importar su nacionalidad o situación económica. Deben tener accedo a una atención de calidad. Si un estado cumple con estos requisitos se considera que posee una cobertura sanitaria universal.
Esta es esencial para el desarrollo sostenible. Por tanto, las Naciones Unidas decidieron incluirlo como uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
La indemnizaciones por negligencia médica
El problema llega cuando se intenta cumplir este objetivo pero no se tiene una financiación fuerte. Los profesionales, en muchas ocasiones, se ven saturados. Al intenta atender a todo el mundo pero sin tener los suficientes medios económicos se pueden dar errores. Y esos errores son lo que conocemos como negligencias médicas.
Por ello, al ser conscientes de lo difícil que es muchas veces no equivocarse en una situación de tanta presión, optamos por demandar a las aseguradoras. El profesional puede cometer errores, porque es humano, pero la víctima también merece una compensación por el sufrimiento causado.
Una de las bases de la cobertura sanitaria universal es que el paciente no pase penurias económicas para recibirla. Entonces, ¿por qué tiene que sufrir para pagar por las secuelas que le ha provocado un tratamiento erróneo?
El paciente no es culpable de la mala praxis que ha sufrido. Por tanto, se tendrá que conseguir que pueda sobrellevar económicamente las secuelas. Ambos objetivos van de la mano. Tanto cualquier persona tiene que poder acceder a una atención sanitaria de calidad como cualquier persona tiene que ser resarcida económicamente si ha sido víctima de una negligencia médica.
Con esta mentalidad es con la que Rafael Martín Bueno ayuda a las personas afectadas a demandar a las aseguradoras. Con la obtención de una indemnización se busca paliar, al menos económicamente, el daño causado. Y, además, como el derecho de reclamar por sus secuelas debería ser asequible y accesible a todo el mundo, no cobra hasta que gana. De esta forma se asegura de poder ayudar a hacer justicia para todo el mundo, independientemente de sus situación económica.
Si has sufrido una negligencia médica pero te da miedo por los posibles costes de una demanda no te lo pienses y contacta con nosotros, la primera consulta es gratuita.