El abogado que ha conseguido la mayor indemnización por negligencia médica concede una entrevista en exclusiva para la Cope.
Situación actual de la familia:
“Está un poco cansada de tener que haber luchado tanto por llegar aquí. Y están intentando agotar todas las opciones para dejar a su hijo un futuro cuando ellos falten, que es lo que más les preocupa.”
Narración de los hechos:
“Ella está embarazada y siente un dolor abdominal con una pequeña pérdida de sangre. Ante esta alarma acude al servicio de urgencias y ellos le realizan una analítica y además le realizan una ecografía para comprobar si puede haber alguna complicación con respecto a esta hemorragia. En esta ecografía detectan un hematoma retoplacentario, es decir que estaba separando la placenta del útero. Puede ser grave, o no. Todo depende de si le estaba provocando algún signo o síntoma a la paciente. En este caso una anemia por la pérdida de sangre. Le repiten la analítica, estamos hablando aproximadamente sobre la una de la tarde. Y esa analítica nadie la ve hasta seis horas más tarde. Cuando ven esa analítica se dan cuenta que la mujer estaba perdiendo sangre a través de ese hematoma. Por lo cual estaba comprometiendo tanto su vida, porque se estaba anemizando, como provocando una pérdida de bienestar fetal en el feto. Deciden indicar una cesárea urgente a raíz de esos resultados, pero no está el obstetra y tardan cincuenta minutos más en extraerle.”
“El ginecólogo es el que normalmente sigue el embarazo, y el obstetra, que también es un especialista en ginecología, es el que se encarga más de la extracción del bebé.”
“Lo que ocurre es que esta anemización de la madre, esta pérdida de sangre, le ha provocado unas secuelas, una falta de oxígeno y unos daños cerebrales importantes al bebé.”
Responsabilidad del profesional
“Lo que pasa es que cuando nacen sabe que está mal, porque el ph del cordón umbilical ya muestra que ha habido una hipoxia intraútero, una falta de oxígeno intraparto. Y los resultados pueden ser malos. Pero esto no se sabe hasta que no evoluciona el niño. Se sabe que el niño ha tenido un daño cerebral, pero no se puede establecer el alcance. Uno no sabe si el niño va a poder correr hasta que tenga la edad de correr.”
“Este profesional tuvo que ir a declarar en el juicio y la juez le llamó la atención, porque lo que dijo es que él había dicho cesárea urgente, pero que cuando decía urgente decía urgente para ir haciéndola, que hay urgente y muy urgente. La juez le tuvo que decir: bueno, vamos a ver, si uno pone la palabra urgente es porque es urgente. Ni muy urgente ni poco urgente, urgente. Incluso la especialista en neonatología que fue a declarar al juicio también la Audiencia Provincial de Madrid vino a decir en la sentencia que faltó a la verdad en su declaración. Y fueron todo palos a las ruedas, como se suele decir, para que este pleito no prosperara.”
Criterios para pedir indemnización:
“Nosotros lo que tenemos que tener en cuenta son varios conceptos. El primero de ellos es el dinero que ya se han gastado. Posteriormente, el dinero que se tengan que gastar. Hay un principio, el principio de indemnidad, que es que al menos que te dejen como estás, desde el punto de vista económico. Lo que no puede ser es que te dejen con un niño con un 92% de discapacidad y que además que la indemnización que te faciliten no sea suficiente para sufragar todos los gastos necesarios para atenderle.”
“Los padres, como todos los padres, más que gastar el dinero actualmente, que en ese caso sí que tienen recursos. Lo que tienen miedo es qué ocurrirá cuando ellos falten, porque están dejando a sus dos hermanos con un hermano que tiene unas necesidades económicas terribles. Porque tiene unos daños, está ciego, va en silla de ruedas. Por las noches tienen que hacerle seis cambios posturales, cada hora y media le tiene que hacer cambio postural”
Posibilidad de recurso:
“Lo que ocurre es que quien está barajando recurrir, porque hay determinadas partidas que Su Señoría no nos ha concedido, somos nosotros. Para que nos hagamos una idea, en cuestiones de rehabilitación hemos acreditado que el niño hasta que pueda fallecer por su esperanza de vida, va a tener un coste de un millón trescientos mil euros. Todo esto está acreditado con facturas. Y Su Señoría ha considerado darnos 300.000 euros. ¿Por qué? Porque le ha parecido una cifra redonda”
“Nosotros pedíamos cinco millones doscientos mil. Por ejemplo, en la rehabilitación de la vivienda, tenemos un informe del arquitecto que establecía que el cambio de vivienda o adaptación para un minusválido aproximadamente eran 320.00 euros. Y Su Señoría nos ha dado 25.000. Es decir, es cierto que es la mayor sentencia que se ha conseguido en negligencias médicas, es un paso muy importante. Pero aún así yo creo que a los jueces les sigue temblando la mano a la hora de dar lo que verdaderamente se acredita en estos casos.”
Acreditar el daño sufrido:
“Lo fundamental es acreditar el daño y justificarlo. Aquí no consiste en pedir 300, 400, 500… No, aquí consiste en: “Yo qué vivienda tengo. ¿Qué dice el Ministerio Público que requiere un niño con estas secuelas para poder disfrutar de esa casa? Entrar con la silla de ruedas, girar con la silla de ruedas… Al final esos gastos son terroríficos. ¿Qué ocurre? Por desgracias los jueces se están basando en baremos de años anteriores. Esos baremos son de tráfico que se han habilitado para las negligencias médicas. Son baremos que en la propia modificación del 2015 el propio Gobierno estableció que era un baremo injusto, porque no reconocía todos los daños y perjuicios y no reconocía las partidas necesarias”
Información de si la compañía va a interponer recurso:
“La verdad no lo sé, no me han llamado. Yo supongo que si hubieran querido acabarlo me habrían llamado, tienen mi teléfono. Tendrían que haber dicho: Oye Rafael, ¿qué les parece a tus clientes si pagamos y lo dejamos aquí?
«No sé si van a recurrir o no, ellos tendrán su estrategia. Aquí lo peor de todo es que desde el año 2005 ellos saben que tardaron 50 minutos en realizar la cesárea y que tardaron 6 horas en ver la analítica, y el niño iba a estar muy mal. ¿Por qué ha sido necesaria la intervención de abogados y tribunales durante tanto tiempo para obtener esto? Quizá lo tenían que haber resuelto ellos.”
¿Cómo es la vida de esta familia?
“No sólo tienen a este niño de trece años, sino que tienen a otros dos más. Tienen tres niños, el pequeño es el que tiene esta discapacidad. Los que tenemos niños, y más de uno, sabemos que es una locura. Pues tener un niño con estas necesidades… A mí lo que más me impactó fue lo que he explicado de tener que levantarte cada hora y media para hacerle los cambios posturales. Es dedicar toda tu vida al pequeño, y es desatenderte un poco a ti mismo, a tu pareja y a los otros dos niños.”
“Es una familia que, gracias a Dios, disponen de un trabajo del cual pueden vivir.”
“Teniendo en cuenta que está ciego, que tiene y ha tenido convulsiones, está en silla de ruedas, le dan espasmos, le tienen que operar de la espalda. A consecuencia de tanto tiempo de silla de ruedas se le deforma la espalda. Tiene que tener órtesis. En las manos tiene algo de espasticidad. Muy mal, muy mal. Tiene un 92% de discapacidad. Y sabemos que la Administración no reparte los grados de discapacidad de manera muy gratuita.”
¿Va a continuar la historia?
“Tampoco queremos dar la impresión de que es una cuestión de querer más, de que es algo insaciable. No, yo se lo he explicado muchas veces a compañeros. A mí me encargan un pleito y mi obligación como abogado es sacar el máximo posible para mis clientes. No sé si es mucho o poco, pero es lo que tenemos acreditado. Y sabemos que esto hay que pelearlo. Llevamos peleando mucho tiempo. La familia ha puesto mucha confianza en mí y creo que se la he devuelto con esta sentencia. Pero seguiremos luchando para que al menos la familia del pequeño no tenga que hacer más sacrificios por él.”